podría pasar una semana más sin decirte que te amo

Vamos a deconstruir el "te amo". Digamoslo tantas veces que pierda sentido. Digamosselo al perro, a la mandarina, al chofer del bondi, al minuto de silencio que se extiende y se prolonga, se rasca el culo y sigue de largo, a los amigos a medias y a los que no tienen nada que ver. Si total las palabras nunca dicen la verdad.