Lo más difícil del mundo


En el curso el otro día hablábamos de los conflictos, los conflictos entre las personas. Y dando sugerencias de cómo hay que encararlos una compañera dijo "hay que ponerse en el lugar del otro". y la profesora -que ya de por sí es una señora extravagante- grito que sí, que exactamente así es como hay que empezar a proyectar una solución, poniéndose en el lugar del otro, es lo primero que hay que hacer, es el paso número uno. yo me quedé mirando la situación un segundo y dije que me parecía lo más difícil del mundo. y la profesora me miró y dos o tres me miraron como con cara de horror y la clase siguió y todos aprendimos que se encara un conflicto poniéndose en el lugar del otro.

imaginate en otra carne, imaginate en otra madre, imaginate en otro barrio, en otra pieza, con otro desayuno, con otro pelo, con otra cara, con la ropa de otro, en otro. imaginate pensando como si fueras otro, imaginate tratando de comprender la misma palabra, la misma oración, el mismo libro siendo otro, imaginate por un segundo la vida de otro, tocar tu(su) piel. se seintirá diferente? ser otro cuerpo, es diferente?

quizás estamos haciendo todo mal o tenemos el esquema invertido,
quizás los conflictos no se solucionan nunca, quizás nos mantienen distintos, y eso nos hace nosotros, nos hace un yo, me hace yo. quizás haya que aprender a vivir en conflicto con el otro sin querer destruirlo, sin pensar que para estar en paz hay que estar de acuerdo.



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